Una visión de entornos de aprendizaje más saludables
Desde 2018, Andrews International School Bangkok ha tomado medidas proactivas para proteger a los estudiantes y al personal de los efectos nocivos de la contaminación del aire. Mediante la instalación de IQAir AirVisual monitores de calidad del aireintegrando purificadores de aireAndrews ha creado un entorno de aprendizaje más sano y ha servido de ejemplo a otros centros escolares de Tailandia.
- Roo Stenning, Escuela Internacional St. Andrews de Bangkok
De la preocupación a la acción: Por qué es importante vigilar la calidad del aire
La contaminación del aire de Bangkok es un problema bien conocido, especialmente durante la estación seca, cuando los niveles de PM2,5 se elevan a niveles peligrosos. Antes de 2018, St. Andrews se basaba en datos externos sobre la calidad del aire procedentes de diversas fuentes, pero las incoherencias a menudo generaban confusión. Los padres que comprobaban diferentes estaciones de control a veces veían lecturas de calidad del aire contradictorias, lo que generaba preocupación y debate.
Reconociendo la necesidad de un sistema más fiable y transparente, el colegio decidió instalar sus propios monitores. IQAir's AirVisual proporcionaron datos en tiempo real sobre la calidad del aire en el campus en los que podían confiar tanto el personal como los padres. "Queríamos que nuestros alumnos, personal y padres vieran los mismos datos y confiaran en ellos", explica Roo Stenning, Director de Secundaria del centro.
Ahora, con dos monitores de calidad del aire exterior que proporcionan lecturas en directo, la comunidad escolar puede tomar decisiones informadas sobre las actividades al aire libre.
La iniciativa se ha extendido más allá del campus y se envían monitores portátiles incluso a las excursiones escolares, lo que permite a los alumnos y al personal hacer un seguimiento de la calidad del aire estén donde estén en Tailandia. "Los padres ya no tienen que adivinar ni comparar fuentes contradictorias. Pueden comprobar nuestros datos y saber exactamente qué medidas estamos tomando", afirma Stenning.
Convertir los datos en acción: Un enfoque estructurado
Andrews ha desarrollado una respuesta clara y estructurada a las fluctuaciones de las condiciones atmosféricas. "Nuestro objetivo es ser proactivos, no reactivos. Nuestros alumnos pasan la mayor parte del día en el colegio, así que queremos asegurarnos de que respiran el aire más limpio posible", afirma Stenning.
La escuela sigue las directrices del Índice de Calidad del Aire de EE.UU. (US AQI), lo que garantiza que todas las decisiones se basan en las mejores prácticas internacionales. Cuando la calidad del aire se mantiene en el rango saludable, las rutinas diarias continúan como de costumbre. Sin embargo, una vez que el AQI supera 100, se moderan las actividades al aire libre y se aconseja a los estudiantes más jóvenes, más sensibles a la contaminación, que limiten su exposición. Con un AQI de 200, se suspenden todas las actividades al aire libre para garantizar la salud y la seguridad de los alumnos y el personal.
Las recientes actualizaciones de las normas estadounidenses de AQI han hecho más estrictos los umbrales de contaminación, lo que significa que Bangkok experimenta ahora menos "días verdes" que en años anteriores. La escuela comunica activamente estos cambios a los padres para garantizar una comprensión clara de lo que reflejan los datos.
Para garantizar una toma de decisiones rápida y fundamentada, los niveles de calidad del aire se comprueban cinco veces al día en momentos clave: antes de las clases, durante el recreo de la mañana y a la hora de comer. Si los niveles de contaminación atmosférica alcanzan umbrales preocupantes, se actualiza en el campus un sistema de banderas codificadas por colores que indica si los alumnos deben permanecer en el interior. Este enfoque proactivo garantiza que todos los miembros de la comunidad escolar -alumnos, profesores y padres- puedan responder a los cambios de la calidad del aire en tiempo real.
Más allá del aula: Educar e implicar a la comunidad
El control de la calidad del aire en St. Andrews no es sólo una cuestión de datos, sino también de educación, capacitación y fomento de la responsabilidad medioambiental. La escuela implica activamente a los estudiantes en los debates sobre la calidad del aire, animándoles a interesarse por la ciencia medioambiental y la vida sostenible.
Los alumnos y los padres pueden acceder a datos sobre la calidad del aire en tiempo real a través del portal web del colegio. Los alumnos más jóvenes han llevado su concienciación un paso más allá liderando iniciativas de sostenibilidad, como las campañas contra el estacionamiento en vacío en el aparcamiento del colegio. Estas campañas animan a padres y conductores a apagar los motores de sus coches mientras esperan, reduciendo así las emisiones innecesarias cerca del colegio.
Los debates en clase también integran la educación sobre la calidad del aire, ayudando a los alumnos a comprender las repercusiones de la contaminación en la salud y la ciencia que hay detrás del control del aire. Al integrar estas conversaciones en el plan de estudios, la escuela se asegura de que los alumnos no sean meros receptores pasivos de las políticas de aire limpio, sino participantes activos en la creación de un campus más sano. "Esperamos que cuando nuestros alumnos lleguen al instituto no se limiten a entender la calidad del aire, sino que participen activamente en las soluciones", afirma Stenning.
Innovar para el futuro: Próximos pasos en el compromiso por un aire limpio
Andrews ha realizado importantes avances en la gestión de la calidad del aire, pero la escuela mira siempre hacia el futuro. Una de sus principales áreas de interés es la ampliación del control de la calidad del aire interior. Actualmente, hay purificadores de aire instalados en más de 100 aulas, complementados por sistemas de ventilación con recuperación de energía (ERV) que mejoran el flujo de aire al tiempo que mantienen la eficiencia energética. La escuela está estudiando la forma de agregar los datos de estos dispositivos para obtener una imagen completa de las condiciones del aire interior.
Otro paso adelante es la integración de indicadores de calidad del aire en tiempo real en el campus. Aunque la escuela ya utiliza un sistema de banderas para comunicar las actualizaciones de la calidad del aire, la adición de lecturas de AQI en vivo en pantallas digitales mejoraría la visibilidad y la accesibilidad para los estudiantes y el personal.
Conclusión
Andrews International School Bangkok demuestra cómo los centros educativos pueden hacerse cargo de la calidad del aire para proteger a sus alumnos y personal. A través de la vigilancia en tiempo real, planes de acción claros y medidas proactivas, las escuelas pueden tomar las riendas de la calidad del aire. compromiso con la comunidadla escuela ha establecido un punto de referencia para el aire limpio en la educación.
Su liderazgo en el control de la calidad del aire está en consonancia con iniciativas mundiales como IQAir's Schools4Earth que ayuda a colegios de todo el mundo a acceder a datos sobre la calidad del aire en tiempo real. Al unirse a una red cada vez mayor de escuelas que contribuyen a la vigilancia del aire, St. Andrews no sólo está mejorando la calidad del aire en el campus, sino que está ayudando a dar forma a un movimiento mundial en favor de un aire más limpio.
La solución número uno de limpieza de aire para su hogar.
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